Millones de cuentas falsas para confundirte sobre el coronavirus. ¿Quién está detrás?
Redes sociales como Twitter se han llenado de perfiles falsos o automatizados que intoxican y confunden a millones de usuarios. Pero ¿qué interés tiene hacer esto?
El aviso más claro llegaba este fin de semana. Twitter, en un intento por atajar la desinformación y mejorar la calidad de su red social, había borrado más de 1,5 millones de cuentas falsas. Un número gigante que da una idea del problema que tienen estos días las redes sociales para lidiar con estos tipos de mensajes en un clima como el de la pandemia de Covid-19. Todas estas plataformas se han llenado de información falsa y mucha confusión en torno al virus, pero con Twitter hay algunas dudas que sí se pueden responder mejor que en otras redes, aunque sea con información limitada, y que muchos investigadores llevan semanas analizando: ¿qué son, de dónde salen y qué ganan con todo esto?
La desinformación y las 'fake news' son algo más que conocido y se sabe del interés de todo tipo de organizaciones y empresas por controlar el discurso en las redes sociales y usar su altavoz para conseguir colar opiniones o cambiar el discurso. Hay casos que lo avalan, de lo ocurrido con Cambridge Analytica a las campañas de redes rusas en las elecciones ganadas por Donald Trump e incluso polémicas empresariales como la del Fútbol Club Barcelona. Pero ¿qué está pasando durante la crisis actual? Según los investigadores, hay una clara lucha entre diferentes bandos por intentar imponer su discurso y su información, y para ello usan todo tipo de herramientas. Aunque, de momento, unos se aprovechan más que otros.
Mari Luz Congosto, otra conocida experta en análisis de redes y cuyo trabajo está muy centrado en el análisis de usuarios de Twitter, también está analizando qué está ocurriendo estos días, pero no lo tiene tan claro como Madrigal. Según asegura a este periódico, "hay perfiles falsos creados recientemente que apoyan tanto a la derecha como a la izquierda". También ha publicado diferentes análisis puntuales y asegura que todavía es pronto para hablar de tendencias. "Estoy estudiando casos puntuales para entender cómo funciona. Tengo millones de tuits, pero es muy difícil definir un criterio para ver lo que pasa". La masa de mensajes generados por la situación actual complica aún más la investigación.
Habla de igualdad entre bandos a la hora de usar 'bots' y otro tipo de cuentas, pero la mayoría de sus perfiles estudiados, hasta ahora, también cojean del mismo lado. Es el caso el de '@CucharaPedro', una cuenta que sigue activa y con la que se puede ver el nivel de organización de las 'granjas' de cuentas falsas. Según explica Congosto en un hilo publicado en Twitter, se trata de un perfil recién creado y sin apenas seguidores pero que genera un gran ovillo de relaciones y conexiones con otras cuentas muy similares. Algo que, según Congosto, es casi imposible realizar de 'forma natural'. ¿Qué contenidos comparte este perfil? Información contraria al Gobierno y que lo ataca directamente.
Congosto no se atreve a dar mensajes tajantes sobre cuál es la situación actual y general de los bulos en las redes sociales, pero Madrigal sí va más lejos. En uno de sus últimos mensajes, asegura que hacía tiempo que no veía algo así: "Si 'arde Twitter' por algo en estos días es por la manipulación. Hacía tiempo que no veía algo así: 'decks', 'pods', 'bots', 'sockpuppets', 'fake accounts'... Twitter ha perdido el control. Lo triste es que esto lo puede hacer cualquiera por muy poca pasta", apunta Madrigal, que da con uno de los puntos clave: el dinero.
¿Qué se busca con esto?
Un millón y medio de cuentas borradas, y otras tantas que aún siguen activas aunque sean igual de falsas o difundan los mismos bulos, ¿quién paga y sostiene todo esto, y cuál es su objetivo? Aquí hay disparidad de opiniones, pero hay algo clave: invirtiendo muy poco dinero y consiguiendo impactar a la gente que necesitas puedes mostrar tu mensaje como mayoritario y conseguir marcar la agenda. Un buen termómetro de ello son los 'trending topics' diarios. Todos luchan por conseguir que su 'hashtag' sea el que está más arriba. Pero no todo es tan simple.
Aparte de Madrigal y Congosto, otros usuarios también se han lanzado a investigar perfiles extraños y han dado más pinceladas sobre lo que puede estar pasando. Además de las campañas ideológicas por intentar marcar tu mensaje, se ha visto un extraño crecimiento de seguidores en perfiles de 'opinadores' afines a Vox como Juanfran Escudero o un aumento de perfiles que comparten la misma noticia con el mismo texto de un mismo diario digital, en este caso, 'Libertad Digital'. E incluso se han encontrado perfiles falsos alabando a Pedro Sánchez. Tal es la confusión que es casi imposible saber con detalle qué es lo que se busca. Aunque Rusia demostró que justo puede ser la confusión y el descrédito el gran objetivo.
Y el problema no es solo español, ni solo son las cuentas falsas. Lejos de nuestro país, también están teniendo los mismos problemas y las estrategias son similares. En Bellingcat, un medio de investigación internacional, publicaban este lunes un artículo contando la situación de las redes sociales de Reino Unido con 'opinadores' reales de ultraderecha compartiendo y difundiendo información falsa o polémica buscando desinformar. Pero sus ramificaciones no se quedan en una red social como Twitter, sino que van más allá. Usan páginas web, medios de comunicación desconocidos, 'memes', aplicaciones de mensajería... Todo para conseguir establecer su discurso y, como dice Madrigal, sin invertir una importante suma de dinero.
En Estados Unidos también hay casos de este estilo. En concreto y como explica 'The New York Times', se han visto campañas para atacar al doctor Anthony Fauci, el experto médico de Donald Trump, usando también 'bots' y otro tipo de técnicas. En nuestro país, incluso El Confidencial ha visto cómo perfiles extraños asociados a la extrema derecha viralizaban dos noticias descontextualizadas de este medio, escritas hace meses o compartidas con textos que no tienen nada que ver con lo que se cuenta en el cuerpo de la noticia. Informaciones que acabaron siendo compartidas incluso por opinadores con decenas de miles de seguidores como Javier Benegas.
Origen incierto
Si dan tantos problemas, lo lógico es que se buscara a sus creadores e impulsores y se cortase de raíz la desinformación, pero de momento, al menos en la situación actual, no se sabe quién está detrás de todas estas campañas y, como recuerda Madrigal, sin la ayuda de las plataformas es muy difícil lograr llegar a ellos. En Estados Unidos hay investigadores que ya apuntan a Rusia, pero no hay nada claro. Existen agencias, grupos políticos, agentes internacionales que ya se ha demostrado que estaban detrás de otras campañas anteriores, pero en el caso del coronavirus esto sigue siendo un misterio.
Julián Macías, responsable de redes sociales de Podemos y otro de los usuarios que se han hecho famosos estos días desenmascarando cuentas falsas, niega que su partido esté usando este tipo de técnicas y herramientas, pero sí señala el posible camino de los perfiles de ultraderecha, aunque no lo certifica. Según sus investigaciones, los perfiles utilizan técnicas y lenguajes similares a los que se utilizaron en noviembre para apoyar al nuevo Gobierno de Bolivia, y cree que podrían tener cierta relación, o al menos seguir las mismas estrategias, pero todo son hipótesis. Unidas Podemos incluso acaba de anunciar una denuncia asegurando que la difusión de bulos se hace a través de una "organización criminal".
Por su parte, en el caso de las cuentas falsas relacionadas con Pedro Sánchez, se ha acusado a José Antonio Rodríguez Salas, diputado del PSOE, exalcalde de Jun y un usuario muy conocido en Twitter a nivel nacional, de estar tras ellas. A falta de que las plataformas se pongan manos a la obra, buscar el origen de todas estas cuentas, campañas y trucos para llenar de confusión las redes solo aporta aún más confusión. .
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